¿Invertir en publicidad pagada o enfocarse en contenido orgánico? La respuesta correcta depende de la etapa en la que se encuentre tu negocio, su situación económica y el tiempo que necesites para crecer.
En este artículo, exploramos las diferencias entre publicidad pagada y contenido orgánico, y te ayudaremos a decidir cuál estrategia se adapta mejor a tu empresa.
Publicidad pagada: La publicidad pagada se refiere a cualquier tipo de promoción por la cual una empresa paga para colocar sus mensajes en diferentes plataformas. Esto incluye anuncios en redes sociales, Google Ads, anuncios en medios digitales y tradicionales, entre otros. Sus principales objetivos son:
Contenido orgánico: El contenido orgánico es cualquier tipo de contenido que se publica sin promoción pagada. Esto incluye publicaciones en blogs, redes sociales, videos en YouTube, artículos en LinkedIn, etc. Sus principales objetivos son:
Negocios en etapas iniciales: Para los negocios nuevos, la publicidad pagada puede ser muy efectiva para generar conciencia de marca rápidamente y atraer los primeros clientes. Como probablemente aún no tengan una presencia orgánica fuerte, los anuncios pagados ayudan a poner la marca en el mapa mientras se trabaja en la creación de contenido orgánico.
Negocios en crecimiento: Para empresas en crecimiento, una combinación de ambas estrategias es ideal. La publicidad pagada puede seguir atrayendo nuevos clientes y generar ventas, mientras que el contenido orgánico puede fortalecer la relación con los clientes existentes y mejorar el SEO.
Negocios establecidos: Para negocios ya establecidos, el contenido orgánico juega un papel crucial en mantener la relevancia y la lealtad del cliente. Sin embargo, la publicidad pagada aún puede ser útil para lanzar nuevos productos o llegar a nuevas audiencias específicas.
La publicidad pagada y el contenido orgánico son estrategias complementarias que, cuando se utilizan juntas de manera efectiva, pueden impulsar significativamente el alcance de tu negocio durante diferentes etapas de su desarrollo. Evaluar las necesidades y objetivos específicos de tu empresa te ayudará a saber cómo te conviene combinar ambas estrategias.